¡BAILA!

Aparta a un lado la vergüenza, sobre todo la pereza, y anímate con el baile. ¿Conoces los beneficios que aporta a tu salud esta actividad física tan divertida? Existen varios estilos: danza, flamenco, funky… Además, es bueno para todas las edades.

Aunque «no a todo el mundo le gusta hacer deporte, pero sí que a todo el mundo le conviene moverse; hay quien prefiere correr, otros pasear, o nadar y a otros les encanta bailar».

Por poner un ejemplo concreto: «La danza es un ejercicio físico excelente que nos aporta todos los beneficios del deporte e incluso más«.

Te cuento cómo ayuda a nuestro bienestar y al de nuestra familia, ya que también puede ser un buen ejercicio para mantener activos a los niños y a los adolescentes.

12 motivos para practicar el baile

«Si te gusta bailar, ¡sigue haciéndolo!», ya que es un entrenamiento en el que no existe límite de edad ni requiere capacidades especiales«.

  1. Beneficia al corazón y al sistema respiratorio, mejorando su capacidad.
  2. Fortalece los músculos, especialmente de las piernas.
  3. Potencia nuestra memoria y atención.
  4. Dormimos mejor.
  5. Aumenta la autoestima y el efecto de bienestar.
  6. Ayuda a bajar nuestro peso.
  7. Mayor coordinaciónreacciónequilibrio y resistencia. Esto se debe a que, “la música nos ayuda a fluir en el movimiento y la coreografía nos da la disciplina de pautar y memorizar».
  8. Alivia el estrés y la ansiedad.
  9. Ayuda a prevenir caídas.
  10. Mejora la flexibilidad.
  11. Aumenta la calidad de los huesos.
  12. Favorece la relación con otros y las habilidades sociales.

Los niños y el deporte

Otra de las ventajas que ofrece el baile es que es ideal para los más pequeños, ya que además de ser saludable les resulta muy divertida y les sirve como herramienta social y de desinhibición. Pero ¿cuándo es recomendable que empiecen a practicar deporte? «Es aconsejable practicarlo a partir de los 4 o 5 años, pero siempre enfocado a una actividad de ocio y diversión«.

¿Cómo animar a los pequeños?

Hay cambios que podemos introducir en nuestra rutina y que repercuten favorablemente en la percepción de los niños. «Desde que empiezan a dar sus primeros pasos, debemos procurar no tenerlos sentados en la silla y animarles a andar. Y esta motivación puede ser tan sencilla como empezar a modificar nuestra rutina así:

  • Cambiar el ascensor por las escaleras.
  • Evitar el coche y desplazarnos andando.
  • Cumplir con pasar al menos una hora en el parque.
  • Animar a que se diviertan y comprueben sus ventajas.

Iniciación en el deporte y periodicidad

Para empezar en las actividades deportivas, es aconsejable tener en cuenta estas dos pautas:

  • Mantener un estilo de vida activo. Los niños tienden a imitar el comportamiento de los adultos, por eso, si los padres practican actividades físicas de forma habitual, los pequeños lo considerarán normal. «Si los ven sentados en el sofá, se convertirán en candidatos al sedentarismo, ya que copian el estilo de vida de los padres. Es el llamado «efecto espejo».
  • No centrarse en un solo deporte, es decir, permitir que los niños puedan practicar varias actividades físicas y así, puedan evaluar en cuál sienten mayor comodidad: natación, hockey… «La especialización temprana o exclusiva en un solo deporte a priori no es aconsejable, ya que quizás no es en la que se sienten más a gusto, y pierden la oportunidad de conocer otros deportes o descubrir que tienen otras cualidades». Con el tiempo los más pequeños podrán elegir el deporte según sus cualidades y sus preferencias.

Con qué frecuencia deben practicar deporte los niños

Esta es la periodicidad que se recomienda en los niños, según la edad:

  • Hasta los 7 años. Se aconseja practicar dos actividades a la semana y una competición adecuada a su nivel durante el fin de semana, como deporte extraescolar.
  • Mayores de 7 años. Se puede incrementar a tres actividades a la semana junto a la competición del fin de semana. Se excluye de este tiempo la actividad física que practican los niños en la escuela, con un mínimo de dos horas a la semana.

¡Ojo con el sedentarismo en los adolescentes!

Hay que seguir motivando a los niños para que continúen con el deporte durante la adolescencia. Se han observado cifras preocupantes en los datos de obesidad y sedentarismo entre los jóvenes, siendo el sexo femenino el que presenta peores resultados.

Por eso, hacer un llamamiento a los padres para que incluyan en su rutina familiar un mínimo de una hora de ejercicio físico para pequeños y jóvenes. «Si el deporte se practica en familia también se crean vínculos y se potencian valores que tendrán un resultado positivo en el futuro».

En cuanto a la actividad a realizar, no hay una que sea mejor que otras, todas tienen funciones válidas. «La actividad física no tiene por qué consistir en un deporte como tal; el baile, por ejemplo, también exige una disciplina y tienen los mismos beneficios». Por otro lado, nos recuerda que los niños con un estilo de vida activo obtienen mejores resultados escolares.

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