Los productos ligth contienen sustancias edulcorantes calóricas que son perjudiciales en término de composición corporal.
El principal motivo es que alteran la microbiota intestinal generando una disbiosis en favor de un tipo de bacterias que propician una progresiva resistencia a la insulina.
Por otra parte, hacen que el cerebro se confunda, haciéndole creer que está ingiriendo calorías, dado el sabor dulce, y esta confusión alterara también su comportamiento y favorecerá que salgamos a buscar energía, esa energía que el organismo está esperando, lo que hará que aumente la ingesta.
La verdad es que desde que están estos productos en el mercado la tasa de sobrepeso y obesidad no han dejado de aumentar, y no es que se deba a estos productos, pero está claro que estos productos no hacen nada para evitarlo.
