1.En el desayuno, ¡calienta motores!
Para empezar el día con energía, sigue una de estas propuestas, ligeras a la par que saciantes.
¿Salado o dulce? Acompaña el café o el té con una tostada de pan integral (tamaño pan de molde) y una loncha e jamón sin grasa, de pavo al natural, de queso bajo en grasas o de un huevo. ¿Eres más de dulce? Unta la tostada con compota (sin azúcar añadida). ¡Aporta cuatro veces menos azúcares que la mermelada! Otra opción es añadir a un vasito de leche tres cucharadas de copos de avena y una fruta pequeña troceada.
Media mañana. Toma un yogur desnatado y un puñadito de frutos secos. Este tentempié, rico en proteínas, es altamente saciante.
2.Comida: olvidarás que estás a dieta
Diseñar un menú equilibrado y rico en fibra es la mejor forma de perder peso sin apenas esfuerzo.
Tu mejor apuesta. Prepara un menú con tantas verduras y hortalizas como desees e incluye una ración de carne blanca o de pescado (125 gramos). Para llenar tu estómago y tener endorfinas a tope, agrega una fuente de hidratos << buenos >>; 4-5 cucharadas de arroz integral, pasta o legumbres (todo ello ya cocido y escurrido). Otra opción es incluir una patata pequeña asada o al vapor o dos rebanadas de pan integral. Y acaba con un bocado dulce: frambuesas, arándanos, fresas o melón.
Media tarde. Toma, de nuevo, un yogur desnatado sin azúcar.
3.Cena: en busca del equilibrio ideal.
Cenar pronto es tan importante como hacer una comida frugal.
En la línea. Sigue la misma pauta que en la comida, pero con tres excepciones: prescinde de los hidratos-aunque sean <<buenos>>, por la noche <<pesan>> más-, escoge como fuente de proteínas el pescado o los huevos (dos unidades) y sustituye la fruta por una infusión. ¡Resultados inmediatos!
4.Presta más atención a lo que bebes
En Navidades, comimos 4 veces más azúcar de lo normal. Y no todo fueron turrones, una cuarta parte provino de las bebidas: refrescos, vino, cava, licores, etc.
Opta por lo sano. Sustituye los refrescos por el agua con gas, acompaña las comidas de agua y evita a toda costa el alcohol. Las infusiones serán tus fieles aliadas. El té verde o el rojo aceleran el metabolismo y la cola de caballo combate la retención de líquidos.
5.Pequeños gestos, grandes resultados
Póntelo fácil. Ten siempre a mano verduras escalivadas o congeladas, hortalizas troceadas listas ara saltear o hacer al vapor, bolsas de ensalada, raciones individuales de quínoa, de pasta o de legumbres ya cocidas, etc.
Máxima calidad. Como debes dosificar el aceite –no más de tres cucharadas al día-, elige el virgen extra, de sabor más intenso y con un mayor poder saciante.
Imaginación al poder. Y a falta de aceites y salsas calóricas, confía en las especias y las hierbas aromáticas, Serán tu salvación
Poner orden adelgaza
Duerme bien
El descanso nocturno es la única actividad sedentaria que ayuda a perder peso. ¿Te preguntas por qué te levantas con muchas ganas de comer bollería o de picotear a todas horas? Trasnochar o sufrir insomnio dispara el deseo de alimentos muy energéticos, con exceso de grasas y azúcares.
Sincroniza relojes
Seguir un horario regular de comidas activa la quema de calorías. Y es que cuando el cuerpo detecta restricción –nos saltamos el desayuno, transcurren demasiadas horas entre comida y otra, etc.- activa el modo << ahorro energético>> y gasta menos.