Todos los productos lácteos que se comercialicen en España, a partir del 22 de enero de 2019, deberán llevar en su etiqueta la identificación obligatoria del país de procedencia de la leche, y si no es exclusivamente española, deberá precisarse, tanto el país de ordeño como el de transformación, según real decreto aprobado hoy por el Consejo de Ministros.
La norma aprobada, afectará a productos como la leche y la nata, sin concentrar, azucarar ni edulcorar. También el suero de mantequilla, leche y nata cuajadas, yogures, kéfir y demás fermentadas o acidificadas, incluso concentrados, azucarados, edulcorados o aromatizados con fruta o cacao.