LA ZANAHORIA CUIDA EL APARATO DIGESTIVO 🥕🥕


Calmar el dolor de estómago y reparar las paredes del intestino, tras una diarrea, por ejemplo, se cuentan entre las bondades de este bálsamo digestivo. El componente estrella de la zanahoria es el betacaroteno, el pigmento que la tiñe de su peculiar color. Ser la mejor fuente de ese <<colorante>> natural  la convierte directamente en una de las mejores armas frente al cáncer de esófago, gástrico o el colorrectal. Constituye además, un regulador digestivo de lo más versátil. Si se come cruda, su contenido en fibra insoluble y agua estimula el tránsito intestinal y combate el estreñimiento. Cocinada en cambio, ayuda a detener la diarrea.

 

MEJILLONES, UN ALIMENTO ANTIESTRÉS

Por más que lo intentas, ¿te da la sensación de que no llegas a todo? El primer paso para enfrentarte a las tareas del día a día con energías renovadas es estimular el tiroides, el motor del organismo. ¿Cómo? Con alimentos ricos en yodo, como el pescado y el marisco. Los mejillones concentran ingentes dosis de este importante combustible. De hecho, es el alimento, por detrás de la sal marina y el aceite de hígado de bacalao, más rico en yodo. Una ración de este molusco hervido aporta el 75% de la cantidad que requerimos al día para disfrutar de una mayor claridad mental, mejorar nuestro rendimiento y aumentar el nivel de motivación.

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