Champiñones, una excelente fuente de vitamina D

La vitamina D y el Selenio, son dos nutrientes que suelen escasear de forma habitual, por tanto, incluir esté tipo de setas en nuestra alimentación, puede rellenar nuestros depósitos de ellos, así como dar un gran impulso a nuestras defensas y reforzar nuestro esqueleto.

Valorar también su gran aporte de acido fólico, teniéndolo en cuenta si buscamos un alimento que estimule el crecimiento del cabello y las uñas.

Una ración de champiñones aporta el 18 % de la cantidad diaria requerida de selenio, que es un nutriente considerado “antidepresivo”.

También aporta dosis elevada de vitamina D, que hace que mejore la absorción del calcio y su fijación en los huesos, sobre todo, si añadimos champiñones a una ensalada de espinacas con anchoas o sardinas, o a unas legumbres, multiplica el aprovechamiento de calcio de esos alimentos.

Según algunos expertos, que los han estudiado, esta seta estimula la producción de interferón, un compuesto de potente acción antivírica.

Son ligeros y diuréticos, dan sensación de saciedad, por lo que son ideales en dietas hipocalóricas.

Los champiñones frescos aportan siete veces, menos, sodio que los que están en conserva, dato importantísimo, si se sufre de hipertensión.

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